Las redes sociales constituyen una
herramienta tecnológica que bien direccionada puede favorecer muchos aspectos
importantes y necesarios en procesos de enseñanza aprendizaje a cualquier
nivel, básica, media o educación superior.
Permiten comunicación constante entre profesores y estudiantes para
aclarar inquietudes, asignar tareas o trabajos, trabajar en equipo, socializar ideas y propuestas
grupales o individuales, etc.
Esta herramienta como todas las demás
herramientas tecnológicas, que han llegado de forma rápida convirtiendo nuestra
sociedad en “sociedad de la información
y el conocimiento”, han invadido todos los espacios, son de fácil acceso y
manejo para nuestros estudiantes, pero en sus manos y sin la debida orientación
pueden representar un riesgo para ellos, mientras que bien direccionadas por
los docentes pueden constituir un verdadero factor de desarrollo para cualquier
país, en la medida en que se usen para fines nobles como la formación
académica.
Los
estudiantes tienen la ventaja de haber nacido con las nuevas tecnologías, por
ensayo y error tienen el manejo que nosotros quisiéramos y que debemos adquirir
con mayor esfuerzo, pero los docentes tenemos los conceptos de los diferentes
campos del conocimiento y es nuestro deber direccionar el uso que ellos les
dan. No podemos seguir haciendo nuestra labor fuera del contexto actual y
perder la oportunidad de usar estas herramientas en nuestro beneficio para
facilitar nuestras clases, por el alto nivel de motivación que generan en
nuestros estudiantes y el alto impacto en los procesos de enseñar y aprender.
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